La Bienvenida [Rol Libre]

Todo estaba oscuro, el ambiente se tornama tenso y no sabía por que. Acababa de llegar a lo que sería su nuevo hogar, por fín podía incorporarse con su mejor amigo, Aram, en el centro de asociación de los Caballeor de Lucifer, podía notarse cierta alegría en su sonrisa pero todo aquel que le conocía o había hablado con el si quiera un segundo sabría que esa sonrisa no era de alegría mas bien de satisfacción o simplemente de malicia.

Entró en aquel recódito lugar, no sabía muy bien a lo que se enfrentaba pero tenía una ligera idea sin amedrentarse entró y observó detenidamente aquel lugar. Parecía sacado de una novela de terror de las de antes, el típico castillo abandonado o la propia guarida de un malvado. Will se sentía como en casa por primera vez. Se adentró un poco mas, se podía ver altas estatuas y diversos cuadros decorando la sala, Seguro, pensó, que estos cuadros son recuerdos del antiguo planeta en donde no existía la anergía H y solo había paz... . Sonrió íronico, sabía perfectamente que este probre planeta nunca tuvo paz, siempre sufrió las tiranías de los humanos antes de la llegada de la energía H y ahora no solo los humanos luchan, también seres fantasticos. Will era uno de los que luchaban y también uno de los privilegiados que sufrieron alguna mutación.

Se sentó en un sofá con aire arisco y esperó la llegada de su amigo Aram o de quien fuera eso le era indiferente

*Era de noche, cuando me adentre en ese terreno sombrío , donde la oscuridad era la clave de todo lo que vía con mi vista, era una noche muy linda, puesto que la brisa acariciaba mi piel, pálida y suave, se podía apreciar un recinto hermoso , con un gran castillo, con decoraciones muy antiguas, todo lo que veía era de mi gusto, me adentro en el castillo, para ver lo que se encuentra en su interior, una vez dentro, miro a mi alrededor y veo, figuras , pinturas y estatuas , era como si estuviera en una época antigua.., tras dar unos pasos mas adentro, me quedo admirando las grandes maravillas que demostraba ese castillo*

Will se quedó sumido en sus pensamientos, casi se podría decir que el acababa de quedarse dormido en el propio salón de Los Caballero de Lucifer, una descortesía por su parte pero ¿A quién le importaba?, a Will le daba igual si se busaba problemas con la asociación ciertamente le era indiferente. Sonrió enigmatico, acababa de percibir el olor de la sangre de un amigo cercano.
Se irguió para esperar a su buen amigo Aram, se sacudió un poco y esperó con gesto nomble la entara de su amigo y de unos visitantes, una la reconoció enseguida era el juguetito de Aram el otro ya no le conocía, supuso que era un nuevo integrante. "Querido Will......su cabello sigue siendo tan blanco como lo recordaba" Dijo su amigo bromeando, no pudo evitar sonreir al verle

-Veo que no perdiste tu sentido del humor querido - Su voz era calmada y serena , no solía alterarse con frecuencia, desvió la mirada para mirar al nuevo que se hacía llamar Kaname- Bienvenido Kaname un gusto en conocerle - Will hizo una pequeña reverecia como signo de cortesía - No es un sitio muy acogedor pero aquí se puede estar bien, oh disculpe mis modales, yo soy William , pero puedes llamarme Will si lo prefieres

Volvió a mirar a su amigo, este le preguntó sobre Kyria esa preciada piedra que tantos sueños encerraba y que ninguno había conseguido ver, el negó con la cabeza, no tenía ninguna noticia y era una mala señal los seguidores de esa dichosa pero a la vez lujuriosa piedra se estaban hacíendo cada vez mas fuertes y eso no debía pasar.

-Tengo una pequeña idea - Will antes de continuar se aclaró la garganta- Para saber que planean esos indeseables es necesario meter un topo en sus filas, debe haber alguien que se haga intimo de algún seguidor de kyria mediocre y que este le cuente todos sus planes... es ahora nuestra única posibilidad¿ Qué opinan?

*Olvidado en mis pensamientos, al rato, aparece dos personas, con grandes rasgos de líder, me saludan y con las misma yo le saludo, no estaba muy acostumbrado hablar con muchas personas, ya que suelo ser una persona muy fría y reservada, pero sin duda soy caballeroso, saludo primero al que me inspira mas liderazgo * Buenas Aram , un gran placer conocerle en persona .. *Me postro ante él como símbolo de respeto y confianza.. luego , me levanto , y con la misma me dirijo al otro caballero * Encantado caballero Will, es un gusto conocerte.. *Hago una pequeña reverencia, inclinando un poco mi torso hacia adelante, en forma de saludo, tras terminar de saludar, les dedico una sonrisa algo malvada, y sin decir nada, mas me pongo a admirar el salón , mientras escucho como conversan, ya que la historia parece interesante *

Will hizo caso omiso al nuevo, no le interesaba mucho los nuevos, siempre solían dar problemas pero intentó no aparentar que estaba un poco molesto con su presecia. Escuchó detenidamente lo que decía Aram mientras se sentaba a su lado, hacía tiempo que no estaba tan cerca de el, se podría decir que se encontraba agusto con su presencia, sonrió de una forma un poco íronica.

-Vaya tiene buena pinta querido Aram - Dijo con una sonrisa enigmatica - Podríamos hacernos pasar por uno de esos seguidores de Kyria y ganarnos su respeto y conseguir así nuestro preciado tesoro... las venganzas que mas duelen son cuando crees que uno de los tuyos te traiciona jaja -Ríe con intensidad ante la idea de cometer tal atrocidad

*Tenía una sensación que ese chico de cabello blanco y lizo, llamado Will, según dijo él, no le caía muy bien,ya que algunas miradas me resultaron muy falsas hacia mi presencia, pero eso a mi no me importaba, al escucharle vi como era su forma de ser, y como se notaba la sumisión ante Aram, la verdad que Aram tenía un gusto de poder algo lujoso , pero sin decir nada me mantuve callado y pensativo, escuchando lo que decían, ya que no soy un chico de muchas palabras.. *

*Aram, continua hablando con Will, luego se detiene, y se fija en mi, miro hacia él ya que noto su presencia , sonrío con mirada frívola, ya que me pregunta sobre mi poder, y me hace escoger entre los débiles o los fuertes, solo eran palabras, para poder justificar tal hecho, por lo cual no di importancia, sabía que me había unido a los caballeros de lucifer solo por aumentar mas mi poder, ya que solo ansiaba mas poder y prestigio , ser reconocido y admirado, sabía también que todo eso no era fácil de conseguir, pero era mi objetivo , le respondo con voz algo provocadora , creando algo de tensión * Aram, esa pregunta me parece algo ridícula, ya que si quieres ver mi poder, deberías de verlo con tus ojos, no crees ? .. *sonrío siendo algo desafiante, una mirada que decía todo de mí, me da igual lo que sucediera en ese momento , mi objetivo estaba claro, ser el mas poderoso..*

-Podrías moderar tu lenguaje señorito Kaname... no puedes llegar y faltar el respeto a tus superiores no sería etico por tu parte Contestó con educación pero con cierta hostilidad a kaname por el comentario que este le profirió a su gran amigo Aram.
Sin mucho mas que decir se volvió a sentar en su viejo sofá y comenzó a jugar con su pelo, al parecer había poco movimiento en los dos bandos parecían casi intertes y eso le molestaba enormemente, quería atacarles por sorpresa , como habían comentado podían entrar en la Academia gaia haciendose pasar por meros estudiantes seguidores de Kyria, la idea le pareció buena , pero le dio vueltas a la cabeza no quería que hubiese fallo alguno.
-Bueno tenemos que mirar las posibilidades de entrar en la Acacemia. según tengo entendido allí van deliciosas humanas - Solo recordar la satisfacción que producía beber sangre de un humano puro le llenaba de mas energías para inflitrarse en la academia - ¿Que opina kaname, quieres acompañarnos en nuestra misión?

*Interviene el señorito Will, ante una conversación entre Aram y yo, puesto que me molestó mucho que se entrometiera en algo que no le inculcaba , y no solo eso, además se atrevió a decirme que era mi superior, un rango del cual no debe llevar puesto , ya que le queda muy grande para mi gusto, le miro con una mirada desafiante por su osadía, ya que yo no tengo superiores, son rangos que ellos mismo se han puesto del cual respeto pero no comparto, le respondo con una voz atacante de un modo mas tranquilo* Lo primero,a mí no me manda nadie y menos tu señorito Will, que sepas que si me unido a esta organización es por propio interés , y lo segundo ami no me amenaza nadie.. *Siendo sincero, sin moverme de la zona, me mantengo.. esperando una contestación de Aram, ya que por parte, sus palabras me habían ofendido, tratarme a mi como uno cualquiera, era para un insulto.. sin mas preámbulos me voy de ese sitio*

*llegué al lugar tranquila, sin mostrar expresión alguna en mi rostro, el castillo estaba decorado de una forma bastante tétrica, me encontraba muy a gusto con eso, era muy de mi estilo, me habían dicho que allí se encontraba el que era el "jefe" de los caballeros de lucifer, un tal Will, caminé dentro de la fortaleza en busca de aquel hombre, miraba alrededor indiferentemente, ni un rastro de emoción se adivinaba en mi rostro, llegué a la puerta de la cual se oían voces, me quedé en silencio escuchando atentamente, el ambiente parecía tenso, interesante, al parecer llegaba en buen momento, me apoyé en la puerta escuchando tranquilamente mientras sacaba un chocolate de una caja que tenía en mi bolsillo y me lo llevaba a la boca*

Me mantuve es una esquina de la sala sin llamar mucho la atención y sin molestar a los caballeros que conversaban en ella. Yo ya me encontraba en aquel castillo antes de que nadie llegase, ni siquiera mi amo Will. Cuando lo vi aparecer me sentí feliz y emocionada, lo había extrañado, ya que la compañía de Natsuki no es que fuese la mejor. Era una neko demasiado retraida y apenas sabía de que hablar con ella.

Mientras la conversación con el nuevo caballero se desarrollaba, yo escuchaba atenta cada una de sus palabras fulminándolo con la mirada. "¿Quién se ha creído que es hablándole así a mi amo y a Aram?" Pensaba fusiosa. "Debería cerrar su insolente boca si aprecia su vida..."

Una nueva joven apareció por la entrada, apoyada en el marco de la puerta como si nada y comiendo tranquilamente... aquello parecía... ¡Sí, era chocolate!
Mis orejas de gato se alzaron casi sin quererlo y comencé a relamerme observando cada uno de los movimientos de la muchacha. ¿Cuánto hacía que no comía de aquel dulce manjar? Apenas un par de días... pero me parecía una eternidad.
Decidí olvidarme del absurdo asunto del chocolate y volví a concentrarme en la charla. Al parecer el insolente caballero se ya se había marchado, sin saber como ni por qué pero tampoco era de mi incumbencia.